Eclipse Nocturno

Hay quienes dicen que esta es una noche diferente. Antesala de la oscuridad que precede a la negrura cierta. Citan a los mayas, acusan al universo, advierten sobre los males del mundo terrestre, desvarían con temor interpretando extraños simbolos... 

Vos y yo, que aprendimos de otros tiempos a leer las señales del cielo, guardamos en silencio aquello que fue grabado a fuego en el alma de los seres. Los rayos del sol se anticipan perpendiculares sobre nuestras cabezas, cada pensamiento quedará ahora al descubierto, cada sentimiento expuesto en su mayor expresión vital. 

Noche en vela, las horas se acortan en espera inútil, y es proceso.

Cada uno desde su sitio se reflleja en el otro en un gesto espontáneo. Ambos al mismo tiempo colocamos una mano sobre la otra, ambas ahuecándose en el pecho, protegiendo tanta fragilidad.

Dicen que el corazón mientras vive late ininterrumpidamente. El mío, creo yo, ha perdido ese poder. Apenas siento una débil respiración, un minimo de energía, en el aire justo, que le permite fluir lento en un grotesco de supervivencia. A veces cuando intento seguir sus pasos entiendo que no sobrevendrá el vacío hasta tanto no haya quitado lo que quede de luz. Que es ilusión.

Tal vez ellos sepan más y tengan razón esperando un cataclismo. 

Existe una minima posibilidad de que nuestros pedacitos fragmentados sean beneficiados repentinamente en el día que le sigue al que antecede. Que entre las muchas interpretaciones posibles de tu ausencia y mi silencio percibamos el regreso de aquella indescifrable tormenta que arrasó con todo, al punto de dejarnos desnudos frente a frente, vibrando indefensos en el umbral de la pasión.

Reflejos intermitentes que ya no existen, y sin embargo aún son imágenes que resplandecen unos segundos iluminando trozos atomizados de una historia parcelada. Energía que se desvanece en la totalidad  para ser parte de la nada. 

Ellos aseguran que con el eclipse nuestros cuerpos perderán definitivamente el ritmo que les era propio. Predicen la desconexión total de nuestras almas con la ligereza con la que te dan por perdido. Ignoran de dónde procede tu poder, carecen de los conocimientos correctos acerca de los tiempos, su visión sobre el Universo está errada, y definitivamente desprecian mi fortaleza.

Vos, que siguiendo los astros encontraste alguna vez el camino que te devolvía a mi, estás ahora como dormido, invernando en el espacio eterno, dejándote caer en la indolencia de aquel que cree que siempre dispondrá del tiempo que le permita corregir el rumbo.

Deberías intuir esta vez que ese tiempo se acaba, que no habrá rescate posible allí fuera, que ya es hora y momento de recuperar la esencia de tu legado ancestral, que te corresponde en forma ineludible descorrer el velo de la dualidad, resolver tu unidad de naturaleza, sustancia y materia. Para que ambos podamos volver a mirarnos con los ojos del Alma.