Infaltables Grises
Definitivamente hoy no es mi día.
Extraño tu ausencia y las fichas que se te caen a vos las he ido levantando, sólo para que te recuerden.
Los puntos que las adornan bailan una extraña danza húmeda frente a mis ojos con el significante de lo vivido, y la incógnita de lo que faltó.
A veces intento listar en el alma aquello que te hacía diferente sólo para entender qué extraño lazo me ata invisible a tu ser.
Tan fuera de mi vida por tu propia voluntad, que probablemente hayas olvidado hasta mi nombre y que con suerte alguna vez algo sin querer te recuerde mi apodo. El mote que me individualizaba temporal, sin poseerme, genérico desafectado sin riesgos, que convierte a una mujer en la de todos y cualquiera, bajo una falsa especialidad que no es tal.
Doy por supuesto que la respuesta de mi corazón borra la enumeración y me acerca a la infinita soledad acompañada que cada tanto se sienta conmigo a compartir una copa de vino tinto, sólo para recordar a través de los sabores lo que ya no está, y se ha perdido. Persistencia aromática, etiquetan algunos.
Es extraño pensar en tu luz cuando había zonas tan oscuras dentro de tu mundo profundo, pero este día gris subraya selectivamente momentos alegres y luminosos, cuando todo tu calor y encanto me envolvían por completo hasta hacerme reír sin parar, o llorar sin pausa. Porque desconoces los puntos medios casi tanto como tus necesidades especiales.
Muchas veces pregunto a las sombras por vos. No hay mentiras piadosas esta vez. El silencio basta como sustento a la indiferencia instalada.
Cada día creo ser más fuerte a los recuerdos.
Los espacios se reubican lentamente preparando el refugio que necesitan mis confusiones, que se retiran irritadas si las ignoro y vuelven con mas fuerzas cuando las confino. Entonces cambiando la estrategia les preparo un sitio deliberadamente, que las vuelve vulnerables, así ellas mismas eligen perderse con mayor rapidez. Pero las coherencias pertenecen a la razón y con ella se entretienen.
Mientras que el alma me vuelve a los sitios, se arrima a los recuerdos y confunde mis lágrimas con señales conocidas.
Ignora mis límites. Desconoce mis ruegos. Se cuela inesperada donde no debe, inoportuna, siempre refleja, me abraza tierna y delicada susurrando en su idioma sensiblero lo que intento olvidar.
Ella te guarda, te retiene y te imprime impertinente y es la responsable de este gris de la mañana que me inunda por completo, me supera, desbordando perpetua sobre mi parte lastimada.
Su lealtad me ennoblece, me sorprende, me desarma, para finalmente recordarme que todo lo que no me pertenece no fue mío.
Allí te ubica y se marcha misteriosa. Como ha venido.
Creo que va a seguir lloviendo, mejor vuelvo al mundo de lo urgente.
Este vagabundeo estremece y conmueve, pero no te acerca hasta mis brazos.
Nada cambia tu falta.
By Abril Lech@
Extraño tu ausencia y las fichas que se te caen a vos las he ido levantando, sólo para que te recuerden.
Los puntos que las adornan bailan una extraña danza húmeda frente a mis ojos con el significante de lo vivido, y la incógnita de lo que faltó.
A veces intento listar en el alma aquello que te hacía diferente sólo para entender qué extraño lazo me ata invisible a tu ser.
Tan fuera de mi vida por tu propia voluntad, que probablemente hayas olvidado hasta mi nombre y que con suerte alguna vez algo sin querer te recuerde mi apodo. El mote que me individualizaba temporal, sin poseerme, genérico desafectado sin riesgos, que convierte a una mujer en la de todos y cualquiera, bajo una falsa especialidad que no es tal.
Doy por supuesto que la respuesta de mi corazón borra la enumeración y me acerca a la infinita soledad acompañada que cada tanto se sienta conmigo a compartir una copa de vino tinto, sólo para recordar a través de los sabores lo que ya no está, y se ha perdido. Persistencia aromática, etiquetan algunos.
Es extraño pensar en tu luz cuando había zonas tan oscuras dentro de tu mundo profundo, pero este día gris subraya selectivamente momentos alegres y luminosos, cuando todo tu calor y encanto me envolvían por completo hasta hacerme reír sin parar, o llorar sin pausa. Porque desconoces los puntos medios casi tanto como tus necesidades especiales.
Muchas veces pregunto a las sombras por vos. No hay mentiras piadosas esta vez. El silencio basta como sustento a la indiferencia instalada.
Cada día creo ser más fuerte a los recuerdos.
Los espacios se reubican lentamente preparando el refugio que necesitan mis confusiones, que se retiran irritadas si las ignoro y vuelven con mas fuerzas cuando las confino. Entonces cambiando la estrategia les preparo un sitio deliberadamente, que las vuelve vulnerables, así ellas mismas eligen perderse con mayor rapidez. Pero las coherencias pertenecen a la razón y con ella se entretienen.
Mientras que el alma me vuelve a los sitios, se arrima a los recuerdos y confunde mis lágrimas con señales conocidas.
Ignora mis límites. Desconoce mis ruegos. Se cuela inesperada donde no debe, inoportuna, siempre refleja, me abraza tierna y delicada susurrando en su idioma sensiblero lo que intento olvidar.
Ella te guarda, te retiene y te imprime impertinente y es la responsable de este gris de la mañana que me inunda por completo, me supera, desbordando perpetua sobre mi parte lastimada.
Su lealtad me ennoblece, me sorprende, me desarma, para finalmente recordarme que todo lo que no me pertenece no fue mío.
Allí te ubica y se marcha misteriosa. Como ha venido.
Creo que va a seguir lloviendo, mejor vuelvo al mundo de lo urgente.
Este vagabundeo estremece y conmueve, pero no te acerca hasta mis brazos.
Nada cambia tu falta.
By Abril Lech@
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