Lo que no fue

NO TE PIDO QUE ME ENTIENDAS... PERO ALCANZA CON QUE ME ESCUCHES...

Planté una semilla que nunca creció. No me desanimé.
Conseguí otra que apenas sacó unas ramitas verdes. Débiles. Allí quedó.
Fui por otra y puse esta vez mas cuidado al plantarla. No resultó. Mi tenacidad se vió desafiada. "Tal vez los cuidados no fueron suficientes", y con este pensamiento volví a intentarlo.

Esta vez puse muchísima atención y la fui siguiendo día a día. Mi plantita creció.

Estaba verde y tenía varias ramas. Inexplicablemente y de un día para el otro quedó allí.
"Es la tierra" me dije. Y busqué especialistas que me ayudaran a abonar el terreno,

me explicaran cada parte del proceso para evitar que se cortara, y me sostuvieran si me cansaba.
La última de las semillas me engaño.

Fue creciendo linda, se llenó de flores, parecía fuerte, olía a savia líquida, regalaba en primavera y dormitaba serena cuando el frío. Era feliz de sólo mirarla. Estaba satisfecha. Cuando ya creía que tenía mi plantita... Y estaba disfrutando tantos esfuerzos... Otra vez.
Se murió, se secó, se cayó o no se qué merde le pasó. Creo que nunca seré una buena jardinera..Ni con toda el ayuda del mundo...

Lo último que recuerdo fue un triste episodio donde lo rescaté borracho de un bar ajeno, enredado en a charla vacía de la famosa chica aquella, tomando sin pausa desde el mediodía hasta la caida del sol... para olvidar seguramente tanto abono recibido...
Por eso es que ahora dudo y me pregunto...
¿No será que el abono en realidad mata?