Reciclados

Es su tesoro sacramental. Salvoconducto hacia lo desconocido. Contiene en el inicio la advertencia del ingreso al mundo mítico de los seres que transitan la fantasía internándose en lugares insólitos, por alturas desconocidas y aires límpidos. Sentencia evidente que elige ignorar.
Así ella se eleva hasta la montaña azul, conociéndola de la mano del Mago, guía imprevisto de aquella travesía prodigiosa. Ambos bordean el desfiladero de lo real encontrando sorprendidos el pasaje hacia la fascinación del éxtasis naciente. Será un secreto compartido.
Ahora sólo resta cruzar ese espacio hacia lo incierto. El Mago conoce el camino pero se sorprende con paisajes nuevos que no había notado. Lo ha recorrido no una sino cien veces. Invariablemente se detiene en aquel punto límite que jamás cruza. Esta vez, sin embargo, duda. Porque la visión es nueva y lo atrapa, por segundos.
Por una mínima fracción de tiempo siente el impulso de ir más allá, continuando lo que eternamente detiene. Pero ha perdido el valor hace tiempo escondiendo temores detrás de falsas euforias. Privilegia su miedo, que es lo que conoce finalmente, y decide quedarse de aquel lado. Nuevamente. No soy bastante, se dice. Hacia afuera es un gesto apenas.
Ella ya no puede regresar sobre sus pasos, no hay éxtasis que pueda frenarla. Tiene como destino franquear la intangible distancia que separa lo fugaz adentrándose en la eternidad, allí donde aún él no puede, no quiere, no sabe. Quien conoce el todo respeta. La unidad es el todo.
Antes de abandonarse él extiende aquel cuaderno azul, el del principio, con todas las hojas en blanco, para que ella vuelque cada pedacito de tiempo, por si alguna vez pudiera (quisiera) regresar a compartirlo. Fabrica un abrazo que no compromete. Los sentimientos son peligrosos.
Después apura un beso que no alcanza para retener, mientras murmura consejos inútiles destinados a defenderla de un miedo que ella no siente. Como acto final promete todo aquello que no cumplirá e inventa una bendición amorosa para su ausencia, mientras sus dedos juegan sobre aquel cabello que fue suyo, recorriéndolo confuso.
Cuando es el instante preciso ella lo mira por última vez. Luego gira, se aleja y cruza decidida hacia el verdadero destino. Sabe que no volverá a escuchar de aquel que eligió cederle por entero su poder a la pequeña cobardía que le habita. También sabe que nadie puede hacer por otro. Por eso avanza sin volver la vista atrás. Por eso y porque no quiere que la vea llorando.
Él permanece un tiempo detenido allí mirando triste cómo se aleja mientras intenta justificarse a si mismo en el engaño. Muy dentro de su corazón sabe con certeza inentendible que esa linea imaginaria a la que le está dando la espalda es la frontera que divide el mundo que no comprende con aquello que siempre deseó.
El miedo es mas fuerte. Inconsistente vuelve al inicio distrayendo los vacíos con ideas utópicas y delirios fantasiosos. Una forma de no hacerse cargo en la renuncia incondicional que lo aleja aún mas del amor y la aceptación.
Por muchos años él continuó guiando rutinario y en un único gesto repetido a otros seres destinados hacia lo que él no era capaz.
Dicen que a veces en ese viaje se tornaba irascible y hostil condenando de antemano la ambición de los viajeros circunstanciales. Dicen que se hizo un experto en el arte del engaño, que lo rodeaba una pesada sensacion de malestar que le provocaba vómitos impidiéndole cualquier otro viaje que no fuera su cama.
Dicen que se revolvía inquieto en el rechazo hacia sí mismo, encerrándose cada vez más en un mundo de soledad donde se culpaba obsesivamente del cruce al que no se atrevió. Hasta que sus ausencias fueron cada vez mas largas en un deterioro progresivo sobre el que no tuvo control. Y el pequeño universo que lo apreciaba se olvidó de su existencia.
Las tapas azules perdieron su color. Una mañana cualquiera el cuarzo cayó en algún sitio impreciso dejando rodar libres las cuentas de colores. Y en algún momento ella descubrió que aquel libro no estaba destinado a contener historias reales sino fantasías en formato de papel reciclado.
Para cuando lo notó el espacio de tiempo que los separaba era infinito. Multiplicándose. Del Falso Mago guía apenas le quedaba un vago recuerdo.
En el que temblaba temeroso del otro lado de la Vida.
By Abril Lech@
16 Comments:
Me cautivas con tus escritos. Besos.
Guau! Buenísimo mi querida abril.
Qué suerte que cambiaste de blog, en el otro no podía entrar, llegaba hasta el perfil y después no cargaba la página. Me alegré xq no quería que pensaras que te había olvidado.
Te mando un beso grande
Hola, Abril: ¿por qué será que uno lee a veces, en otras historias, un pedazo de la vida de uno? A veces, simplemente, creo que hay cinco o seis guiones en el mundo y nada más, por eso hay tantas historias parecidas, lo que simplemente les damos son caras y alguna que otra circunstancia novedosa.
Besos de ya pasará.
Las historias de vida, nuestra historias, son como esas cuentas de colores que en algún momento se pierden en la noche de los tiempos y nos hacen relexionar sobre la existencia misma. Esta confesión, creo, es un punto inflexión en tu camino. Abrazos.
Me ha gustado mucho tu blog. por aca pasaré . ojala estes siempre bien. SERGIO
Nosotros y los miedos...
Miedo a cerrar definitivamente esas tapas azules...Miedo a reabrir posibilidades ya vividas...
Definitivamente, la vida se encarga de nuestras indecisiones...
las tapas azules perdieron su color...cuantas de ellas hemos desteñidos en nuestra vida?
las tapas pueden ser de distintos colores, pero al final terminar muriéndose de soledad. La peor muerte acecha a aquellas tapas.
Pareciera que somos muchas veces como ese azul que se pierde con el paso del tiempo.
El olvido se permite ser un presente doloroso en la vida
Que bonito, aunque algo extenso.
Saludos.
Te voy a leer, uno no acostumbra a encontrarse con tanta calidad
GRACIAS
A veces destiñiendo páginas en otras colreando las páginas de nuestra vida.....me vi reflejada en este escrito....incluso me emocione .....soy uan soñadora empedernida y cuando se me quebran sufro y me dule pero a pesar de ello no dejo de soñar..a veces se hacen hermosas realidades..
Un gusto visistrate siempre...
Mariella
besos y feliz semana
Me gustó mucho este texto, es como alguien dijo mas arriba, hay pocos guines y se repiten, y tu texto maravillosamente describe una situación que seguramente afecta a muchísimas personas que no se animan a gozar plenamente de las oportunidades que se les presentan.
Tus visitas honran mi blog. Gracias.
Los miedos... Miedo al dolor de las despedidas, miedo al futuro, miedo a todo y a nada en concreto.
Precioso relato. Éste y los anteriores que acabo de leer. Tu escritura me enganchó :) Con tu permiso te enlazo a mi blog para no perderte. Gracias por leer mis cartas y dejar tu huella en ellas, pues así tuve la oportunidad de venir a conocerte.
Mil besitos wpetona,
Por aquí pasé.Ya me puedes encontrar cuando quieras. Besos reina.
Realidades aparte que están en esta
solo escuche la cancion,
que linda!!!!!!!!
ahora leo
He vuelto a leer el texto y pensaba q había dejado un comentario... pero mira, debe ser q no.
La verdad es q creoq es tan difícil marchar como dejar marchar, pero el dolor no es igual en ambos lados no?
Espero q el azul vuelva a las tapas de cartón.
Saludos desde el Inframundo.
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